Manual para Volar...Sin alas...
Estan cordialmente invitados a este pequeño espacio donde regularmente estaré colaborando con historias, críticas, politica, etc... Estas invitad@ participar
sábado, 31 de agosto de 2013
¿Que harías si no tuvieras tu celular por 6 horas diarias?
viernes, 26 de octubre de 2012
Del Halloween y sus curiosidades

sábado, 21 de julio de 2012
Sal con una chica que no lee
Sería de gran aporte conocer qué piensan de este texto, a mi me dejó fascinado¡¡¡
Espero comentarios

jueves, 5 de enero de 2012
6 de enero y la Rosca de Reyes (Historia)

La tradición mexicana nos invita a compartir la "Rosca de Reyes", costumbre también llena de significados importantes: el pan en forma de rosca evoca a Dios Eterno, que no tiene principio ni fin; las frutas dulces con que se decora nos recuerdan la gracia que Jesús nos trae; el muñequito escondido entre la masa representa al Niño Jesús que todos debemos buscar, quien lo encuentra se llena de tanto gozo que desea compartirlo con todos, por lo que promete una fiesta el próximo día dos de febrero, día de la "Candelaria" (luz) o Presentación del Señor. Jesús es la "Luz para iluminar a todos los pueblos" (Lc 2, 32). Y los bautizados hemos sido iluminados con esa Luz de Cristo.
Los cristianos siempre tenemos el compromiso de buscar, encontrar y compartir a Jesús con los demás.
Historia.
La fiesta de la Epifanía es de origen Oriental y surgió en forma similar a la Navidad de Occidente.
Los paganos celebraban en Oriente, sobre todo en Egipto, la fiesta del solsticio invernal el 25 de diciembre y el 6 de enero el aumento de la luz. En este aumento de la luz los cristianos vieron un símbolo evangélico. Después de 13 días del 25 de diciembre, cuando el aumento de la luz era evidente, celebraban el nacimiento de Jesús, para presentarlo con mayor luz que el dios Sol. La palabra epifanía es de origen griego y quiere decir manifestación, revelación o aparición. Cuando la fiesta oriental llegó a Occidente, por celebrarse ya la fiesta de Navidad, se le dio un significado diferente del original: se solemnizó la revelación de Jesús al mundo pagano, significada en la adoración de los "magos de oriente" que menciona el Evangelio.
Significado.
Hoy la Iglesia celebra la Epifanía para recordar la Manifestación del Señor a todos los hombres con el relato de los Magos de Oriente que nos narra el Evangelio (Mt 2, 1-12). Aquellos hombres que buscaban ansiosamente simbolizan la sed que tienen los pueblos que todavía no conocen a Jesús.
La Epifanía, en este sentido, además de ser un recuerdo, es sobre todo un misterio actual, que viene a sacudir la conciencia de los cristianos dormidos.
Para la Iglesia la Epifanía constituye un reto misional: o trabaja generosa e inteligentemente para manifestar a Cristo al mundo, o traiciona su misión. La tarea esencial e ineludible de la Iglesia es trabajar para llevar a Cristo a todos aquellos que no lo conocen.
La llegada de los magos, que no pertenecen al pueblo elegido, nos revela la vocación universal de la fe. Todos los pueblos son llamados a reconocer al Señor para vivir conforme a su mensaje y alcanzar la salvación.
La descripción que hace el Evangelio de la llegada de los magos a Jerusalén y luego a Belén, la reacción de Herodes y la actuación de los doctores de la ley, encierra una carga impresionante de enseñanza.
Unos hombres extranjeros que siguen el camino indicado por la estrella, para adorar al recién nacido Rey de los judíos.
Los conocedores de las Escrituras en Jerusalén que quedan indiferentes ante aquella luz del cielo, que anuncia el acontecimiento esperado por siglos.
La envidia del rey Herodes ante el temor de que surja un rey "mayor" que él.
Ante este relato tan cargado de significado, nos queda reflexionar seriamente:
¿Somos como aquella Jerusalén, "conocedora de las Escrituras", pero incapaz de reconocer y menos de seguir el camino de la Luz de Cristo?
O ¿somos como los magos de oriente, en búsqueda siempre de la verdad y dispuestos a ponerse en camino hacia Jesús, Rey y Señor de la historia?
viernes, 15 de julio de 2011
El poeta de los sueños

No tengas miedo de que tus sueños se vuelvan realidad
Había una vez un señor que soñaba poesías...
Despierto no destacaba en nada; pero dormido se le aparecían poemas. Hablaba y su mujer copiaba; por la mañana ni él mismo podía creer que eso había sido creación suya (esto les sucede a muchos creadores, casi nadie puede explicar de dónde nacen las ideas; pero en este caso la sensación era más fuerte ya que dictaba dormido).
Todo terminaría aquí, si no fuera porque no estaba conforme con eso, pues se hizo famoso en todo el mundo, no tanto por los poemas sino por cómo le nacían. Lo invitaban a programas de televisión, pero esos de concursos y fenómenos extraños. Lo entrevistaban de periodicos y revistas para preguntarle si, además, veía espíritus. Aparecía en libros, pero en aquellos de récords y hechos inexplicables. Él quería ser poeta, y no un fenómeno de circo...
Sufría tanto que, desesperado, le dio un martillo a su mujer para que le pegara cuando hablara dormido, lo que ocurrió esa misma noche. Fue una poesía sobre una tortuga. Él no despertó, pero la tortuga del poema apareció de verdad en la habitación.
De ahí en más no soló dictaba sus poemas, sino que algunos de ellos se convertían en realidad. Un baúl, una calle, un barco, humo.
Uno de sus poemas habló del mar, y comenzó a inundarse la ciudad. Lo echaron de ésa y de otras, porque no elegía lo que soñaba, y no siempre eran cosas buenas. Soño la guerra, pero no fue culpa suya, la guerra ya estaba en los hombres. Él sólo contaba de un soldado que llevaba días en una trinchera, bajo la lluvia, y escribía cartas a su novia, por amor, pero también para no enloquecer.
Soño que estaba solo, y una nave espacial los llevó a la Luna. Soño que era un náufrago, y pasó a rescatarlos un barco antiguo...
No quiso soñar nunca más. Le pidió a su mujer que preparara café bien cargado, como se toma en Cuba, en Colombia o en México, y que le diera conversación para no dormirse.
Todavía navegan por el cielo, con los ojos cansados de no dormir. Pero, cuando se distrae, la mujer le canta una canción de cuna y descansan. Así es su amor...
miércoles, 6 de julio de 2011
Historias de Pareja

—Porque en casa no hay teléfono
—¿Ahora me vas a reclamar eso también?
-Dime a qué hora te conviene
-A la que tú quieras.
-A la cuatro entonces…
-No, a esa hora no puedo.
-¿A las doce?
-No, tampoco.
-¿En la mañana?
-Imposible
-Entonces dime cuándo puedes
-Ya te dije que no hay problema.
-No, soy una persona normal.
-No es cierto, eres un amargado.
-Deja de decirme eso.
-Yo puedo decirte lo que se me antoja.
-No, porque me cansarías.
-Te cansas porque eres un amargado.
-¡Ya basta, por favor!
-¿Ves?
martes, 5 de julio de 2011
Pequeña guía de autocontrol en el amor 5

Pero como de lo que se trata es que uno logre el autocontrol de uno mismo y no el autocontrol del otro, queremos comentar que en una prestigiosa revista internacional, cuyo nombre ignoro porque la encontré en el baño, en casa de un amigo y le faltaba la portada, hallamos un artículo que nos llamó la atención por su original título: ¡TÚ PUEDES! El autor recomendaba leerlo al amanecer mientras se oía el Himno a la Alegría de la Novena Sinfonía del genial hipoacúsico. Era un artículo muy breve, pues las fotos en maravillosos colores ocupaban casi toda la página, pero muy bien documentado y que iba directamente al grano. En este momento acuden a nuestra mente algunas de sus frases directas y específicas:
•Encara tus dudas con contradicciones.
•Para vencer tu inseguridad debes ser más fuerte que ella.
•Enfrenta tus problemas con una sonrisa y si son muy graves: con dos sonrisas.
Me encantaría reproducir el artículo en su totalidad (prácticamente asi lo hago) pero tomaremos solamente lo relacionado con nuestro tema. El autor, una eminencia científica, nos explica que si leemos algo repetidas veces, poco a poco va penetrando hasta llegar a las profundas capas de nuestro inconsciente y que, entonces, ya no necesitamos seguir repitiéndolo (y además me imagino que una sobredosis de repeticiones puede llegar a depositarnos el mensaje en las rodillas). La cosa es que cuando el mensaje se asimila en nuestro inconsciente se convierte en una parte nuestra. Tan así que seríamos incapaces de diferenciarlo de otras partes nuestras e incluso de partes nuestras que no son nuestras, y entonces el mensaje empieza a trabajar solito, ya uno puede estar pensando en lo que quiera que el mensaje estará pensando en el mensaje, por decirlo así, como cuando mantenemos el equilibrio al caminar o al beber.
Según el autor, debemos copiar estas reglas en un papel, que incluso podemos plastificar para que no se nos ponga pringoso, y cada mañana al levantarnos leerlo en voz alta una vez y en voz muy bajita otra vez más. Antes de pasar a las diez promesas del autocontrol, mi propia experiencia personal en el trabajo con este método, me permite hacerles una sugerencia: al copiar las promesas conviene hacerlo en un papel rayado porque sino uno escribe y se le tuerce la línea.
Helas aquí:
Las diez promesas del autocontrol
1.Cuando conozca a alguien primero le preguntaré el nombre y luego el teléfono, en ese orden.
2.Si la llamo y no la encuentro dejaré pasar quince minutos antes de volver a llamarla.
3.Si no la encuentro no seré agresivo con la persona que me atienda.
4.No bloquearé su línea con mis llamadas.
5.Cuando la encuentre hablaré sin gritar.
6.Haré una cita para otro día, nada de: ¿quéstáshaciendohívoy!!!
7.No haré más de cuatro llamadas diarias para confirmar si irá a la cita.
8.El día de la cita me acercaré caminando y no corriendo.
9.Le sonreiré sin hilitos de baba.
10.Tendré mis ojos con las dos pupilas dilatadas del mismo tamaño.
miércoles, 29 de junio de 2011
Pequeña guía de autocontrol en el amor 4

Ante la afirmación:"Tu ya no me quieres como antes..."
Nunca respondan así: "Te quiero igual"
Porque lo que sigue es que el otro diga que no es cierto y uno insistirá en que sí es cierto y otro que no y uno que sí; (pero ya sintiendo que un poco menos) y el otro que no y uno que sí; (y uno ya empezando a sentir que tiene razón, que ni un poquito) y el otro insiste que no y uno ya lo siente como el mejor amigo...
Sugerencia de respuesta para evitar el rollo:
"Tu ya no me quieres como antes..."
-"Adivinaste"
"Tu ya no me quieres como antes..."
-"Menos de lo que siempre te quise: imposible"
"Tu ya no me quieres como antes..."
-"¡No es cierto! ¡Siempre te quise poco de manera constante!"
"Tu ya no me quieres como antes..."
-"¿Como antes de quién?"
Los invito a participar con sus sugerencias, son todas bien recibidas.
lunes, 27 de junio de 2011
Pequeña guía de autocontrol en el amor 3

¿Hay que ser dulce en el amor?¿A las mujeres les gustan los tipos dulces? O bien la pregunta es: a las mujeres que a mí me gustan, ¿les gustan los tipos dulces? ¿Cuál es el punto intermedio, por Dios? ¿Conviene ser recio? ¿Es cierto que las mujeres estén hartas de los tipos recios?
Las mujeres que a mí me gustan no gustan de tipos recios. Por lo tanto, ¿Clint Eastwood saldría con las mujeres que a mí me gustan? En caso de que fuera así, ¿qué debería hacer yo? ¿Le debería decir: ¡Hey Clint te estás metiendo con mi chica!? O tal vez debería sentarme en la mesa de enfrente, dejarlo actuar y fijarme cómo lo hace.
Imaginemos el caso de un tipo de mujer como a mí me gusta que no gusta de los hombres recios y no se da cuenta de que Clint no es de los tipos dulces y se mete con él. No sé qué conviene hacer en ese caso. Quizás esperar a que se dé cuenta que está con la persona equivocada o tal vez buscarme otra mujer, ahora del tipo de las que le gustan a Clint y llevarla a comer a los restaurantes donde va Clint con el tipo de chica de las que a mí me gustan, para que le den celos, se acerque a hablarle y entonces yo aproveche y me vaya a la mesa en la que están ellos y le diga al tipo de mujer de las que a mí me gustan: Oye ¿No te das cuanta que estás con un patán? Tú eres muy dulce y muy linda y él filma películas horribles y taquilleras y es millonario… no, quiero decir, míralo cómo está besando al tipo de mujer que a él le gustan que es la que vino conmigo. Y bueno, a lo mejor la convenzo y me voy con ella.
Otro punto: eso de ser como uno es, es un consejo muy recurrido pero muy inespecífico, especialmente en el caso de los inseguros. ¿A qué se refieren cuando dicen: ser como uno es? O mejor dicho: ¿a quién se refieren? Hay gente que nos demoraríamos años en encontrar algo así como nuestra personalidad, es como pretender sacarle una foto a un espejo cuando no está reflejando nada. ¿Cómo sería un espejo si no reflejara nada?¿Cómo se supone que encontremos nuestra propia personalidad?¿Va a gritar nuestro nombre cuando oiga que nos acercamos?¿Y si hay una personalidad que no es la nuestra y grita nuestro nombre? Supongamos que después de mucho despejar llegamos a tres personalidades finalistas, una de esas es. ¿Cómo la reconoceremos?¿Por el color de los ojos?¿La ropa que use?¿La que sienta vergí¼enza de que la identifiquemos? Y además, una vez que eso ocurra, que encontremos nuestra propia personalidad, ¿se supone que la imitemos o que seamos espontáneos y no le hagamos caso?¿Vendrá con alguna especie de manual del usuario (especificaciones técnicas, consejos: no someta su personalidad a…)? Lo que sí me temo es que no tengo nada parecido a una garantía. Nada de: La compañía se compromete durante el transcurso de un año…
Metáfora del correo: Si uno es como es llegarán pocas cartas. Si uno es como no es llegarán muchas cartas pero a direcciones equivocadas.
Ley de Martinelli: Ser como uno es no implica encontrar lo que uno busca.
Corolarios
- Las cosas que deseamos se sienten poderosamente atraídas por otras personas que buscan otras cosas.
- Buscando lo que buscamos encontraremos lo que otros buscan.
Principios de competencia: Hay otros que también buscan lo que nosotros buscamos.
Corolario
Nosotros llegaremos cinco minutos tarde.
De todas maneras debemos admitir que el autocontrol es muy importante, pero no menos lo es relajarse y ser como es (como quiera que esto se entienda). Si estás continuamente tenso tratando de dar una imagen, ella va a sentir que salió a cenar con una agencia de publicidad. Le va a parecer que está enfrente de los comerciales de su programa favorito (ese momento que uno aprovecha para buscar un refresco, ir al baño, o ver qué están pasando en otro canal). Yo tampoco puedo con eso. Constantemente estoy tratando de adivinar qué es lo que a ella le guste, para ser eso y así gustarle a ella. Es más, creo que lo que soy hoy en día es la suma de las cosas que le han ido gustando a distintas mujeres que conocí.
martes, 21 de junio de 2011
Pequeña guía de autocontrol en el amor 2

Yo soy de los del primer grupo, no me aguanto. Mi capacidad de autocontrol es nula, un coche cayéndose a un precipicio tiene más domino de sí mismo que yo. Hay gente que tiene una sangre fría impresionante, como Clint Eatswood, esperan que pasen un par de días y luego hablan, tranquilos sin andar revelando tanto el juego, en cambio yo juego con las cartas dadas vueltas: el contrario las ve y yo no. De puro ansioso soy capaz de llamarla antes de que ella alcance a salir de la fiesta.
¿Se pueden imaginar qué sale de lo que vi en las películas, más lo que yo recuerdo que vi, más lo que quisiera hacer (besarla, saltarle encima), más lo que me gustaría que ocurra (que ella me bese, que me salte encima), más lo que yo me imagino que haría ese personaje imaginario en mi lugar real para lograr que suceda lo que deseo? El resultado se podría describir en algo así como: todo lo contrario.
miércoles, 15 de junio de 2011
Pequeña guía de autocontrol en el amor

Cuando uno es muy absorbente es capaz de perseguirse con cualquier cosa que haga el otro, interpretándola, inmediatamente, como que ya nos está queriendo menos. Bastará con que el otro se quede un ratito callado para que el demandante pregunte:
-En nada.
-Anda Dime.
-No, en nada, de verdad.
-¿Por qué no me quieres decir?
-No es que no te quiera decir, no estaba pensando en nada.
-En algo estarías pensando ¿o me vas a decir que estabas con la cabeza en blanco?
-No, no estaba pensando nada importante.
-¿Y cómo sabés que no era importante? A lo mejor no era importante para ti pero para mí sí, anda cuèntame…
-Era una taradez, ni me acuerdo.
-¿No te acuerdas de qué era, pero te acuerdas que era una taradez? Eso está medio raro…
Si, en el peor de los casos, el otro es parecido a nosotros (muy en el peor de los casos) se sentirá abandonado y nos castigará alejándose y poniendo cara de ahorcado de ópera.
lunes, 18 de abril de 2011
La rutina es Tóxica
lunes, 11 de abril de 2011
Un pirómano en busca de hielo

martes, 5 de abril de 2011
¿Eres Feliz?
viernes, 1 de abril de 2011
DESEO
jueves, 10 de marzo de 2011
Coleccionar Amores Fallidos
lunes, 28 de febrero de 2011
ELLA
Es curioso, de pronto entre toda esa obscuridad, alcanzo a ver una luz extraña, como distorsionada, y entonces me doy cuenta de que no estoy volando en el aire, sino flotando en el agua. Conforme se va aclarando todo un poco más, veo nítidamente el paisaje submarino que se presenta ante mis ojos. El mar tiene distintas tonalidades, en algunas partes se ve más obscuro, en otras de un tono verdoso y cerca de la luz de la superficie, color azul turquesa.
No siento ninguna clase de temor a pesar de que no sé nadar, por el contrario, me deslizo fácilmente por el agua como si ésta fuera mi elemento natural. Puedo dar vueltas y maromas con una habilidad extraordinaria, no me estorban los brazos ni las piernas, de hecho no los siento... ¿tengo brazos y piernas? creo que no, pero tampoco me importa, no los necesito. Ahora soy un delfín y el océano es mi hogar.
Me siento tan bien en ese lugar que quisiera llorar de alegría, esto debe ser la felicidad, pienso un momento. Y de pronto como un ángel acuático la veo a ella, a esa mujer enigmática y misteriosa cuya imagen me perseguirá de hoy en adelante, lo sé. Ni siquiera tengo un nombre para esa sirena del cabello de fuego... la llamaré simplemente Ella.
Ella es hermosa, una sirena que vive en el fondo del mar. Su cuerpo es, más que el de una mujer, el de una adolescente; tiene piernas como si fuera humana, de hecho todos sus rasgos son enteramente humanos salvo por el color azul de su piel, un azul muy tenue y un poco brilloso. Pero sin duda lo que más llama la atención de Ella es su cabello muy largo, rizado y de un color rojo cobrizo tan intenso, que rompe de manera imprudente con la gama de azules que conforman el cuadro marino. Su abundante melena se revuelve al rededor de su cabeza dando la impresión de ser los rayos del sol de su rostro. Sus ojos son claros, no puedo distinguir bien si son verdes o azules... creo que son un poco verdes, pero no importa porque su mirada sigue siendo la misma, una mirada dulce y comprensiva, esa clase de mirada que si uno ve en alguien después de un mal día, puede cambiar el estado de ánimo y hacer que uno piense: ¡Dios! después de todo el mundo todavía tiene algunas cosas rescatables.
Ella me mira tan apacible y tranquila, como si ya nos conociéramos. Me sonríe amablemente y puedo ver sus dientes blancos como perlas, dice algo que no entiendo muy bien y me hace señales con la mano para que la siga... y yo obedezco. No tengo ni la más remota idea de a dónde iremos, pero me inspira la confianza suficiente como para nadar hacia donde me lleve.
Después vuelvo a despertar, ya es de día y ha salido el sol. Siento mi peso de nuevo, tengo brazos y piernas, y ya no puedo dar volteretas ni hacer malabarismos como delfín. Es triste, hace rato había despertado en aquel lugar lleno de magia y ahorita estoy en otro muy diferente...¡Ah, qué desilusión! pero... ¿y si yo fuera realmente ese delfín que al dormir tuvo el sueño (o la pesadilla) de ser humano? no lo sé, espero que así sea para despertar otra vez en el océano.
Desde ese día dudo acerca de mi existencia, ya no sé si soy el delfín o soy la persona. Lo único que sí es seguro es que quiero que Ella regrese, que venga por mí, que me pida que la siga otra vez porque iría con ella de aquí hasta el fin del mundo.
martes, 15 de febrero de 2011
Coronas para una reina perversa
viernes, 7 de enero de 2011
Coleccionar estampitas del desencanto
Todos tenemos una historia de decepciones. Cuando eres niño no hay fecha más significativa que el día en que todas tus ilusiones chocan con el desencanto. Cuando estabas muy chavito y aún creías que en realidad existían los Reyes Magos escribías una carta en la que incluías hasta los pretextos: “Sí cierto que peleé mucho con mi hermano, pero es que él es muy peleonero y nunca deja de molestar”, como si eso bastara para que entendieran que debían traerte cada uno de los cinco juguetes que habías puesto en aquella lista.
Cómo olvidar aquella sensación, las ansias para que las horas transcurrieran veloces y no con esa calma que te impedía cerrar los ojos, conciliar el sueño. Y tu jefa diciéndote “ya duérmete porque si no los Reyes te van a ver que estás despierto y no van a venir”. Y cerrabas los ojos y cualquier ruido en el techo te inquietaba, aunque sólo fuera un gato en celo. Hasta que el sueño te vencía.
Y en cuanto despertabas, a las seis de la mañana, volteabas a ver si junto a tus tenis percudidos estaba esa montaña de juguetes que tanto te habían impactado en los comerciales de la tele. Pero no, sólo veías aquel balón con los colores de tu equipo favorito y el aguinaldo con galletas y dulces baratos. ¿Por qué los Reyes Magos eran tan injustos contigo?, te preguntabas. Y esa sensación se acentuaba cuando salías a la calle y el vecino se paseaba presuntuoso en esa bicicleta que a ti te parecía la más hermosa del planeta. Uy, ni soñar con una igualita para ti. Ni siquiera una de medio uso. Eso lo tenías muy claro.
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Y más claro aún te quedó cuando en la escuela te dijeron que “los Reyes Magos son los papás”. Ah, pues con razón no te traían todo lo que pedías, reflexionabas desde tu inocencia. Si para empezar ni siquiera tenías “papás”, sólo una madre que se tronaba los dedos cada cinco de enero y pedía prestado para “los Reyes de mis hijos”. Ahhh, con razón ella siempre te insistía para que te durmieras temprano, porque tenía que sacar los juguetes del ropero y ponerlos bajo los zapatos de esos pequeños demonios que no le daba tregua un sólo día del año. Tu noble madre, tan morena, tan trabajadora y siempre nerviosa porque no alcanzaba para la renta o para la tanda y para el abono de la lavadora y mucho menos para los Reyes Magos de cuatro chamacos latosos que tanto la querían y no sabía ni cómo educarlos.
Ya cuando ella consideró que ya estabas grandecito para “creer en esas cosas”, a tus 13 años, te pidió que la acompañaras por “los Reyes de tus hermanos”. Y la viste regatear por aquella muñeca radiante para Nadia, que era la que había pedido. Y viste a tu madre sonreír ante aquel hornito de juguete para Silvia, a quien desde niña ya le encantaba cocinar. Y caminaron mucho para encontrar el auto a control remoto que ilusionaba a Claudio. Tú imaginabas a esas horas lo felices que serían tus carnalitos, que a esas horas ya dormían soñando con risas y juegos. Luego, tu madre te pidió que fueras por las típicas botas de Tutsi Pop: “Compra tres, de las grandes”. Pinches botas llenas de chiclosos y paletas, cómo te hacían llevaderas las decepciones cuando los Reyes Magos no te cumplían tus deseos.
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Hasta aquella noche fue que tuviste claro por qué Melchor, Gaspar y Baltazar eran tan gachos contigo. Bueno, no es que lo fueran. Es que la neta sí está cabrón comprar juguetes para cuatro chamacos cuando tienes un salario miserable. Y como padre, madre, te duele más a que los niños el no poder recompensarlos por sus calificaciones, por lo buenos hijos que son. Ni aunque te propongas ahorrar todo el año, porque nunca falta el gasto imprevisto o la hermana a la que hay que prestarle para que salga del apuro. Y cuando viste a tu jefa regatear, contar hasta las monedas, entendiste lo grandiosa que era por hacer un esfuerzo para que sus chamacos no fueran tan infelices como ella lo fue en su infancia. Ya ni te importó que a ti no te comprara nada aquel día, porque sospechabas que te había comprado algo aparte. Pero no, al otro día, en uno de tus tenis había un billete. Nada de aguinaldos, ni bota de Tutsi Pop. Sólo un billete que te recordaba que era momento de empezar a madurar, que alguien debía compartir la responsabilidad de guiar a tus hermanos.
Por tanto, aquella mañana fue diferente. La alegría de tus carnalitos te pareció aún más hermosa. Y una lágrima rodó por la mejilla de tu madre. Te hubiera gustado secarle el discreto llanto, darle un abrazo, pero a ti se te hizo un nudo en la garganta, de esos que paralizan, que confunden. Pero esos momentos sirvieron para sepultar en el polvo el álbum del desencanto y olvidarte de cambiar las estampitas repetidas. Además, nunca completaste ningún álbum, ni el de luchas, ni el de Panini y tampoco el de Walt Disney. Mucho menos el del desencanto. Con todo y que los Reyes Magos aún te deben una autopista Scalextric. Pero un día se la van a traer a tus hijos, sólo para verlos festejar cuando tu bólido rojo, el número siete, sea rebasado por su alegría.
miércoles, 5 de enero de 2011
Los reyes que nunca tendré
Mi niña desnuda en en los guijarros
El viento en tu cabello soltado
Como una primavera en mi camino
Un diamante caido de un joyero
Sola la luz podría
Deshacer nuestros escondites secretos
Donde mis dedos cogidos en tus puños
Yo te amé, yo te amo y yo te amaré
Poco importa lo que hagas
El amor está en cualquier parte que miras
En los más mínimos rincones del espacio
En el más mínimo sueño en que te detienes
El amor como si lo lluviera
Desnudo en los guijarros
El cielo asegura que te conoce
Es tan lindo, seguro que es la verdad
El que nunca se acerca
Lo ví en atrapado en tus redes
El mundo tiene tantos arrepentimientos
Tantas cosas que se prometen
Una sola para la cual estoy hecho
Yo te amé, yo te amo y yo te amaré
Poco importa lo que hagas
El amor está en cualquier parte que miras
En los más mínimos rincones del espacio
En el más mínimo sueño en que te detienes
El amor como si lo lluviera
Desnudo en los quijarros
Nos echaremos a volar del mismo muelle
Los ojos en los mismos reflejos
Para esta vida y la de después
Serás mi único proyecto
Me iré a poner tus retratos
En todos los techos de todos los palacios
En todas las paredes que encontraré
Y justo abajo, escribiré
Que sola la luz podría...
Y mis dedos cogidos en tus puños
Yo te amé, yo te amo y yo te amaré ...
Los reyes que nunca tendré
Mi niña desnuda en en los guijarros
El viento en tu cabello soltado
Como una primavera en mi camino
Un diamante caido de un joyero
Sola la luz podría
Deshacer nuestros escondites secretos
Donde mis dedos cogidos en tus puños
Yo te amé, yo te amo y yo te amaré
Poco importa lo que hagas
El amor está en cualquier parte que miras
En los más mínimos rincones del espacio
En el más mínimo sueño en que te detienes
El amor como si lo lluviera
Desnudo en los guijarros
El cielo asegura que te conoce
Es tan lindo, seguro que es la verdad
El que nunca se acerca
Lo ví en atrapado en tus redes
El mundo tiene tantos arrepentimientos
Tantas cosas que se prometen
Una sola para la cual estoy hecho
Yo te amé, yo te amo y yo te amaré
Poco importa lo que hagas
El amor está en cualquier parte que miras
En los más mínimos rincones del espacio
En el más mínimo sueño en que te detienes
El amor como si lo lluviera
Desnudo en los quijarros
Nos echaremos a volar del mismo muelle
Los ojos en los mismos reflejos
Para esta vida y la de después
Serás mi único proyecto
Me iré a poner tus retratos
En todos los techos de todos los palacios
En todas las paredes que encontraré
Y justo abajo, escribiré
Que sola la luz podría...
Y mis dedos cogidos en tus puños
Yo te amé, yo te amo y yo te amaré ...